
Duración de la Operación
3-4 Horas

Tiempo Hospitalización
1 Noche

Tiempo Recuperación
3-4 Semanas

Estiramiento Facial Completo
Este procedimiento requiere cuidados estrictos en la primera semana con un vendaje permanente, y reposo absoluto mínimo por 48 horas. En el primer control se retira el vendaje y se lo sustituye con una faja de cara y cuello que debe ser usada por las dos siguientes semanas de manera permanente, además debiendo guardar reposo relativo a partir de entonces. Suele haber hinchazón y morados visibles por una semana a 10 días, así como molestias leves al masticar. Se debe evitar realizar muchos movimientos con la cara así como esfuerzo físico excesivo. El resultado es apreciable desde el primer control pero recién a partir de la segunda a tercera semana tiene un aspecto natural. Debido a la hinchazón residual oculta la definición definitiva de los cambios.
Un estiramiento facial completo le permite tensar la piel y los tejidos subyacentes de los tres tercios de la cara. Las incisiones inician en el cuero cabelludo, siguen frente a las orejas y detrás de las mismas. Desde estas incisiones se puede acceder a la frente, mejillas, línea mandibular y cuello. Se puede reacomodar todas estas áreas al tensar los músculos internos de la cara y la grasa facial. Finalmente se redistribuye la piel retirando el exceso de la misma. Se cierra con puntos delicadamente ubicados para que el resultado sea imperceptible a la vista.
El estiramiento facial elimina todas las manifestaciones de cambios relacionados con la edad. Un estiramiento facial se puede realizar en toda la cara, trabajando en el tercio superior en reacomodar la cola de las cejas, en el tercio medio los pómulos, mejillas y comisuras de labios, y en el tercio inferior perfilando la línea mandibular y tensando el cuello. Después de la operación, el paciente rejuvenece entre 7 a 10 años de promedio. El efecto es permanente y repercute en una mejor calidad de vida para el/la paciente. Cabe destacar que el envejecimiento continua pero de manera mas lenta.
El envejecimiento facial constituye uno de los motivos de consulta más frecuentes en la práctica diaria. Las opciones quirúrgicas que se pueden ofrecer en la actualidad son amplias, desde procedimientos enfocados únicamente en determinadas áreas a tratamientos integrales de cara y cuello.
Para fines didácticos y proyectivos se divide a la cara en tercios: Tercio Superior en donde se ubica a la frente, cejas, cola de las cejas; Tercio Medio comprendiendo los pómulos, mejillas, surcos nasogenianos y líneas mandibulares; Tercio Inferior considerando a las líneas mandibulares y principalmente el cuello. En la consulta se determina cuales son las principales preocupaciones según los tercios, y por ende cuales áreas deberían ser tratadas, discutiendo los procedimientos posibles y sus respectivas características.
Los procedimientos por otra parte también deben ser escogidos tomando en cuenta los factores que producen el envejecimiento facial, principalmente la pérdida de volumen de los diferentes tejidos (de tejidos blandos y óseo), y el efecto de gravedad sobre la cara. Todos producen y acrecientan la sensación de flacidez de la cara.
Los huesos faciales normalmente van perdiendo masa ósea con los años, produciendo cambios poco perceptibles con aumento del diámetro de las cavidades oculares, disminución de la prominencia de los pómulos, retracción del maxilar superior y adelgazamiento de la mandíbula, haciendo que los tejidos blandos vean perdido su sostén estructural. A su vez también se produce pérdida de volumen en los tejidos blandos con disminución de la masa muscular y de la grasa facial, decrecimiento del grosor y elasticidad de la piel.
La gravedad guía todos estos cambios, arrastrando las estructuras faciales blandas hacia abajo y el centro, en primer término con aparecimiento de arrugas o surcos en los sitios donde se produce la gesticulación y, posteriormente una caída de la cara en conjunto.
Las cirugías de rejuvenecimiento facial se enfocan en contrarestar estos efectos, debiendo seleccionarse problema y por ende su solución. En casos moderados se puede optar por el relleno de arrugas, pero conforme avanza el envejecimiento se debe realizar la reacomodación de las estructuras faciales, mediante denominados estiramientos faciales o popularmente llamados “liftings”.